
Ay, Santiago Vasconcelos,
te sabes miles de mañas.
Ven conmigo sin recelos.
Se te doblan las pestañas.
Y fueron tus policìas,
daban pitazos y avisos.
Al narco fueron sumisos
Pero tù nada sabìas.
¡ Ay loca ! dijo La Muerte.
Doble cara, ven conmigo.
Se te ha acabado la suerte.
En el infierno te empino.
Mauricio Martín Salazar
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