Hola a todos en este año. Pasè ya esos dìas que se me hacen difìciles, soy de los que no gustan de fechas navideñas, pero a pesar de esto el regreso a lo cotidiano es rudo. Finalmente lo que hace la mayorìa nos afecta a todos.
Bien, yo me pasè el veinticuatro de diciembre con algunas caminatas por una colonia del norte del DF y por la noche deambulè por el sur de Ecatepec. Resultò una experiencia diferente y extraña para mì.
Las calles estaban solitarias, se veìa a lo lejos la oscuridad, sòlo algùn perro ladraba por ahi y uno que otro chamaco tronaba un cohete. Se supone que los juegos de pòlvora en el DF estàn prohibidos y son decomisados por los policìas pero basta atravesar la capital del paìs para hallar gran cantidad de explosivos que dan miedo. Màs miedo cuando esos artefactos se hallan en manos de escuincles o de adultos irresponsables.
El caso es que la noche del veinticuatro caminè desde la frontera sur de Edo Mex con el DF hasta que hallè un mercadito que estaba abierto como a las doce , al lado estaban algunos puestos de dulces y comida. Pero fuera de eso, nada. Me volvì a a hundir en la noche ecatepense, pero sin dejar de pensar en mis caminatas por el DF que realicè durante tantos años.
Recordè la colonia Juàrez, la Cuauhtèmoc,la Condesa. Uf, pensè en los amigos que no he visto desde hace años.
Finalmente debo decir que el año empieza con lo que ya se sabìa: las ejecuciones. Se calcula que sobrepasaremos los diez mil ajusticiados en este año.
Ah, ayer como a las diez de la noche estaban sacando un auto color blanco del Rio de los Remedios. Cuando volvì , una hora despuès no habìa ni un curioso. Se llevaron ràpido la màquina. Estuve escuchando las noticias y nada dijeron, seguramente no habìa gente dentro.
Bueno, pues saludos a quienes algùn dìa entren aquì y quede todo lo anterior como una muestra breve de la vida en estos tiempos.Y bueno, resulta algo catàrtico redactar estas lìneas al saber que alguien lo leerà.
Mauricio Martìn Salazar
