Hola a quienes anden por aquì. Bueno, es jueves de agosto, creo que el ùltimo. Resulta que ya nombraron al negro Obama como candidato de los demòcratas, no sè en què cambiaràn las cosas por aquì, creo que es màs de lo mismo pues no se trata de personas sino del sistema...pero no hagamos rollo.
De lo nuevo es que hace algunos dìas se conociò la noticia del secuestro de la hija de Nelson Vargas.
Otra, hace algunas horas, en el noticiario radiofònico de Ciro Gòmez Leyva una mujer relatò còmo fue secuestrada y herida por una bala mientras Campa leìa los puntos con los que le harà frente al hampa comùn(no hampa polìtica ,desde luego). La mujer era paseada atada por los delincuentes mientras la llevaban en su propio auto y en el radio del vehìculo se oìan las palabras de Campa. Pues estamos fritos.
Lo que sucede es que hay una banda que opera por el Ajusco y ya se sabìa pero nada se hace y le tocò a esta mujer de nombre Alejandra.
Pero he dicho que no tengo la intenciòn que èste sea un blog de polìtica pero es que la realidad a veces nos aplasta. El caso es que estoy escuchando a travès de youtube a John Fogerty cantar: Have you ever seen the rain? Què bella canciòn y resulta que de viejo canta mejor, asì pasa con mùsicos de verdad, creo yo.
Bueno, ahora puse a los Bee Gees. Uf, de mi juventud esas rolas.
La imagen que observan ya la habràn reconocido, es el famoso Caballito, como lo llamamos, el cual se halla en las afueras del museo, frente a Minerìa, donde estàn los aerolitos.Estas piedras me traen recuerdos de mi infancia, allà en los sesenta.
Recuerdo que pasaba con la familia y me los señalaban y me indicaban que eran piedras que habìan caìdo del espacio.
El centro era el mismo pero lo percibo diferente, bueno, es que la ciudad era otra, aquèlla en la cual se podìa caminar con tranquilidad, sobre todo en el centro.
A unos metros del Palacio de Minerìa està la Alameda Central, como que era el lugar que no se olvidaba por visitar..la Alameda de aquel entonces,claro.
Bueno, la imagen la dibujè en diciembre, hace algunos meses. Eran los dìas año nuevo y navidad. Estaba muy tranquilo por ahì, como solamente por esos dìas se puede crear una atmòsfera tal. Como ya no vivo en el DF pues me fui a visitar esa parte de la ciudad y me coloquè bajo el caballo y a darle, estaba ya oscureciendo.
Recordè que allà por elaño noventa y seis lo dibujè tambièn, desde abajo.
La gente se acercaba a mirar lo que yo estaba haciendo. Esto me sucediò en las dos ocasiones, es algo que siempre pasa y el que dibuja debe acostumbrarse a ello.
Como ya habìa oscurecido cuando acabè los bocetillos rematè en un cafè que no conocìa que està en Bolìvar. Disfrutè de algunos bocadillos. Como que el sabor de esos momentos impregnan muchos años de remembranzas gastronòmicas.
Me despido, ya continuarè y por favor dejen su comentarìo aquì abajito, si lo desean, claro. Hasta pronto.
Mauricio Martìn
