La tienda de deportes

Hola nuevamente en este mièrcoles trece de agosto. Los saludo desde este ciber al norte del DF. Bajè nuevamente desde el sur de Edomex pues como ya he dicho anteriormente este ciber lugar cierra un poco tarde. Me parece patètico que siendo una ciudad tan grande o megalòpolis, como quieran, no posea una real vida nocturna y no me refiero ùnicamente a los antros. Es decir, que puede haber una vida por la noche sin que necesariamente deba haber baile o alcohol, sino una actividad con comercios abiertos y una fluidez por parte de las personas en sus actividades....como he visto en las pelìculas que sucede en NY...ja, es pedir demasiado.

Empecemos por decir que no hay transporte pùblico a altas horas . El metro, por ejemplo, cierra a las doce de la noche. Aunque recuerdo que antes que llegara el Peje al gobierno defeño cerraba sus puertas el servicio al que me refiero a la una de la mañana del domingo.Pero ya comentarè sobre esto en otra entrada.

Bien, las noticias por estos dìas son el par de medallas de bronce en los juegos por parte de dos chiquillas en los clavados. Desde luego, toda la bola de oportunistas se la cuelgan: el Felipillo, el Tibio y los comentaristas de las televisoras.

La noticia anterior coincide con la supuesta desapariciòn de la Perjudicial del DF. Ahora se llamarà de otro modo. Creo que es la misma gata pero revolcada, una farsa, tal como hizo el vaquero ordeñavacas guanajuatense: cambiar las siglas de la Perjudicial Federal para que parecieran aquèllas a las del FBI.

Aparece una noticia sobre el papà del niño Martì donde el señor lamenta no haber pedido la ayuda policiaca en el rescate de su hijo.

Ahorita que venìa desde Edomex para acà, al cerrar la puerta de donde vivo y al adentrarme en la oscuridad de la calle recordè los Deportes Martì. Me parece que estaban, o estàn, en la calle de Madero. Me impresionaba ver las mesas de tenis y los equipos deportivos, me parecìa imponente todo eso. Decìa ahì que tenìan desde una pelota de ping-pong(creo que asì se escribe)hasta un velero.

Yo tuve mis pelotas y mis raquetitas de ese deporte tan bonito en el que los chinos son maestros.

Me voy y agradezco a quienes leen estas lìneas y pueden dejar su opiniòn aquì abajito. Gracias.

Mauricio Martìn